La Logística se pone Techie y se va de fiesta con la IA

¡Agárrate de tu silla (o de tu paquete si trabajas en logística)! Según los chicos y chicas de Easyfairs, que saben montar eventos más grandes que las fiestas de tu vecino, un sorprendente 17,4% de las empresas de logística, transporte y packaging ya han invitado a la Inteligencia Artificial (IA) a su fiesta. ¡Y parece que la IA no solo vino a bailar, sino a quedarse!

Desafíos y... ¿Expectativas o Excusas?

Vamos a desglosar los "pequeños" obstáculos que estas empresas enfrentan:

1. ¿Dónde Está el Talento?: Al parecer, el 39,7% de los encuestados en logística está buscando a Wally... ¡pero en versión talento cualificado!
2. ¡No Toques Mi Papel y Lápiz!: En transporte, el 66,7% aún prefiere el método ancestral de "papel y lápiz" antes que la digitalización. ¡Vamos, que no muerde!
3. El Drama de los Costos: Y, por supuesto, el eterno llanto del 33,3% sobre los precios del combustible. ¡Alguien que les pase un pañuelo!

Pero no todo es drama. El 81,1% tiene la esperanza (o quizás la ilusión) de cerrar el año con cifras que harían sonrojar a su abuela. Y el 55,8% tiene la bola mágica que dice que todo mejorará este año.

Tecnología: ¿Amiga o Frenemy?

Aunque todos aman un buen gadget, hay ciertas... "resistencias":

• El 33,2% piensa que la tecnología es cosa de millennials y que ellos, bueno, prefieren las cosas a la antigua.
• El 29,5% dice que implementar tecnología cuesta un ojo de la cara (y quizás parte del otro).
• Y un 20%... simplemente no tiene idea de cómo encender una computadora.

Pero, ¡espera! El 46,8% ya se dio cuenta de que los robots no solo sirven para hacer café y que la IA es más que una asistente que te dice el clima. ¡Progreso!

Sostenibilidad: ¿Moda o Realidad?

El 95,3% dice que la sostenibilidad es el nuevo negro. Pero mientras el 35,3% la lleva como bandera, el 33,7% piensa que hay otros accesorios más brillantes, como la digitalización.

El mundo de la logística está en plena adolescencia tecnológica: con sus dramas, sus risas y sus esperanzas. Pero una cosa es segura: ¡la fiesta apenas comienza! ¡Que siga la música!